Un patrón de retrasos que impacta la planificación pública
La aprobación del Presupuesto General de la República es uno de los procesos más relevantes para la administración del país. Su correcta planificación y aprobación en tiempo oportuno garantizan el funcionamiento adecuado de los servicios públicos y la ejecución de proyectos de desarrollo. Sin embargo, el análisis de los últimos años muestra que este proceso ha estado marcado por retrasos constantes e inconsistencias en las fechas de aprobación, lo que genera incertidumbre en la gestión fiscal y afecta directamente a la población.
El Congreso Nacional ha aprobado el presupuesto en fechas que varían entre mayo y febrero del año siguiente, lo que refleja la falta de un mecanismo eficiente que garantice el cumplimiento de los plazos establecidos. En 2025, la aprobación ocurrió el 5 de febrero, reafirmando la tendencia de retrasos que ha caracterizado los últimos años.
Historial de retrasos y su impacto en la gestión pública
Desde 2006, el patrón de aprobación del presupuesto ha sido irregular. En algunos años, como 2006 y 2009, la aprobación se realizó hasta mayo y julio, respectivamente. En otros años, la tendencia ha sido aprobarlo en diciembre o enero, lo que implica que el Estado inicia cada nuevo año fiscal sin un marco financiero definido.
Este comportamiento tiene implicaciones serias en la ejecución del gasto público, ya que los recursos destinados a salud, educación, infraestructura y programas sociales se ven afectados por la falta de planificación.
Los efectos más relevantes de esta tardanza incluyen:
• Retraso en inversiones públicas: Los proyectos de infraestructura y los programas sociales quedan paralizados hasta que los fondos sean asignados.
• Ineficiencia en la ejecución del gasto: La planificación financiera se vuelve incierta, lo que obliga a realizar ajustes constantes en la distribución de los recursos.
• Falta de transparencia y rendición de cuentas: La discusión sobre el presupuesto se reduce a los últimos días del año, afectando la capacidad de supervisión y participación ciudadana.
¿Cómo romper con este ciclo de retrasos?
La recurrencia en la aprobación tardía del presupuesto evidencia la necesidad de reformas estructurales que permitan garantizar el cumplimiento de los plazos legales y mejorar la eficiencia en la gestión pública. Algunas de las acciones clave para corregir esta situación incluyen:
• Cumplimiento estricto de los plazos establecidos en la legislación para evitar que el presupuesto sea aprobado cuando el ejercicio fiscal ya ha comenzado.
• Mayor participación ciudadana y fiscalización para que el debate sobre el presupuesto sea amplio y transparente, evitando decisiones discrecionales de última hora.
• Fortalecimiento de los mecanismos de planificación y ejecución del gasto para que las instituciones gubernamentales cuenten con recursos desde el inicio del año fiscal.
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Para conocer en detalle la evolución histórica de la aprobación del Presupuesto General en Honduras, consulta nuestra infografía completa :