FOSDEH

El Foro Social de la Deuda Externa y Desarrollo de Honduras (FOSDEH) expresa su seria preocupación ante el progresivo deterioro del entorno institucional y democrático que enfrenta el país, y las implicaciones fiscales, económicas y sociales que podrían derivarse de dicho contexto en el corto y mediano plazo.

Durante los últimos meses, el nivel de riesgo país ha mostrado señales de vulnerabilidad asociadas a un clima de incertidumbre política y electoral, la disfuncionalidad de los principales órganos del Estado, y la erosión de los contrapesos democráticos que garantizan la gobernabilidad. La inoperatividad prolongada del poder legislativo, las tensiones en los organismos electorales y el debilitamiento de las instituciones de seguridad y justicia reflejan un proceso de desinstitucionalización acelerada, con repercusiones directas sobre la confianza pública y sobre el entorno macroeconómico nacional.

El riesgo político no es una categoría superflúa: porque se traduce en riesgo fiscal y monetario. La incertidumbre en la conducción del Estado genera costos financieros adicionales, reduce el ambiente de inversión, limita el acceso al crédito externo y sigue comprometiendo la capacidad del país para cumplir con sus obligaciones nacionales e internacionales de este año y del 2026. Estos factores, de no ser atendidos con responsabilidad, podrían deteriorar los indicadores de sostenibilidad y afectar la credibilidad de Honduras ante sus socios financieros y multilaterales.

Frente a esta realidad, el FOSDEH considera fundamental que la cooperación internacional reoriente sus estrategias de apoyo hacia el fortalecimiento real y verificable de la institucionalidad democrática, y no únicamente hacia la ejecución de proyectos o desembolsos sin mecanismos efectivos de rendición de cuentas y evaluación de impacto.

El acompañamiento externo, por necesario que sea, pierde sentido si no contribuye a reconstruir la capacidad del Estado para gobernar con transparencia, independencia y eficacia.

Honduras requiere hoy más que nunca una cooperación coherente con los principios de buena gobernanza y sostenibilidad democrática, que promueva el fortalecimiento institucional como prioridad transversal, apoyando la estabilidad política y fiscal como condición previa para el desarrollo.

Sin ello, los esfuerzos financieros y técnicos, por más cuantiosos que sean, corren el riesgo de sostener estructuras debilitadas, en lugar de contribuir a su transformación.

El FOSDEH reitera su compromiso con el análisis técnico, la vigilancia fiscal y la promoción de políticas públicas orientadas al bien común. En un contexto de fragilidad institucional y complejidad política, la responsabilidad compartida entre el Estado, la sociedad civil y la cooperación internacional resulta indispensable para preservar la estabilidad, la confianza y la viabilidad democrática del país.